Mentiras, verdades y medias verdades

Veía esta imagen por ahí...


... y me acordé de mi diálogo con Kant a partir de su frase, mentir es siempre una decisión moralmente equivocada. ¿Qué opináis vosotros? La otra vez el formato y el hecho de que estoy desequilibrado, distraían de la verdadera cuestión, ¿está bien mentir para ahorrar verdades dolorosas? Los padres mienten a sus hijos constantemente con la excusa de ahorrarles sufrimientos innecesarios. ¿Seríamos más felices si conociéramos la verdad siempre? Mejor nos limitaremos al día a día y a los "dramas personales", porque yo no quiero saber todas las verdades del mundo, no porque la ignorancia sea la felicidad (es más, yo estoy completamente en desacuerdo con ello), sino porque sé que me indignaría tanto, TANTO, que igual me reventaba alguna arteria, y no es plan.

4 comentarios:

  1. Las mentiras piadosas nos salvan de estar amargados por todos nuestros defectos y hay una película que trata muy bien ese tema "The invention of the lying". En un mundo donde no existe la mentira toda la mierda sale a relucir y es un asco vivir.

    Pero tampoco es bueno vivir en una mentira XD hay que encontrar un equilibrio en eso.

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  2. Se dice por ahí que es tu cumpleaños, ¡Felicidades, Dani!

    A ver si la vida te deja tiempo libre y nos permite leerte aquí, que parece que ya no tienes tiempo, ¿es que te ha abandonado la musa o la has dejado tú a ella? :P

    Un beso, guapetón, a pasarlo bien.

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  3. Sinceramente, a mí, la falta de honestidad me produce una enorme aprensión, aunque mentir, parece ser, es lo que está de moda. La mentira, la envidia, la soberbia, a mi modo de ver, lo estropean todo. 

    La mentira, la envidia, las verdades dichas a medias, la soberbia, la necedad, la necesidad de algunos para sobrevivir y sobrevivirse,  las medias tintas, etc., todo ello hace que me reafirme en la idea de que, en la elección de nuestras relaciones personales y también profesionales, debemos extremar nuestras cautelas y ser tremendamente exquisitos. Sé que con esto dicho no descubro nada nuevo y que no demuestro nada que no sepáis vosotros mismos.  

    Al leer este post y hablar de lo que hablas, obvio, por otro lado, eso te ha permitido compartir un rato de filia y a mí, con eso, me basta pese a que me ha hecho pensar, una vez más, en todas estas cosas que no son precisamente menudas.

    Concluyo diciéndote, otra verdad como un templo:
    Como me gusta -- tu recién descubierto blog-- y lo que en él vas plasmando, que sepas que desde ya te "Sigo" y lo hago con una gran sonrisa dibujada a Alma Abierta. Así estaré puntualmente informada de tus nuevas entradas.

    Mil sonrisas,

    Ámber

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  4. Hay una verdad objetiva, pero cada uno la aprecia a través de su subjetividad, y de las circunstancias, la cultura...al final, tenemos una "verdad" consensuada, que puede coincidir, o no, con la verdad objetiva. Por tanto, podemos estar diciendo "falsedades" todo el rato, sin saberlo, asumiendo automáticamente la "verdad" convencional. Yo creo que eso, a la larga, es peor que mentir voluntariamente. Cuando uno miente, puede hacerlo por un buen fin, de manera consciente. A mí no me gusta que me mientan, claro, pero es más fácil pillar una mentira que una "verdad" asumida.

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